Llanuras llenas de encinas,
campanarios con cigüeñas,
castillos, palacios, ruinas…
con durezas diamantinas
en sus piedras berroqueñas.
Aguas puras, cristalinas,
de suavidades sedeñas
tal líquidas serpentinas
van contentas, cantarinas
por sotos, valles y breñas.
Retintos, cerdos, merinas,
morenas de piel trigueña,
de miradas ambarinas
que defienden numantinas
su castidad hogareña.
Quesos, jamones, cecinas…
de carne magra, cenceña,
tan deleitosas, divinas,
tan señeras, genuinas…
que son su señera enseña.
Por desdén de disciplinas
de mi gente lugareña,
sigue rutas de rutinas
de costumbres anodinas
y la cultura desdeña.
Si todavía no adivinas
con lo que ya se te enseña,
qué región rezuma encinas
te correré las cortinas:
¡ésa es mi tierra extremeña!
domingo, 17 de febrero de 2013
viernes, 25 de enero de 2013
" NIHIL EST AETERNUM"
("Nada es eterno")
Tal la hoja seca y ligera
de un árbol que se derrumba
cuando un huracán lo zumba
con violenta ventolera.
Así la fugaz quimera
de esta vida se nos tumba
y, de la cuna a la tumba,
va en rauda y febril carrera.
Y, aunque el amor nos hechiza
con su luminosa lumbre
que nuestro dolor suaviza,
hay siempre una certidumbre:
el amor queda en ceniza
y la vida, en podredumbre…
Tal la hoja seca y ligera
de un árbol que se derrumba
cuando un huracán lo zumba
con violenta ventolera.
Así la fugaz quimera
de esta vida se nos tumba
y, de la cuna a la tumba,
va en rauda y febril carrera.
Y, aunque el amor nos hechiza
con su luminosa lumbre
que nuestro dolor suaviza,
hay siempre una certidumbre:
el amor queda en ceniza
y la vida, en podredumbre…
EPITAFIO A UN POETA
Aquí yace un aprendiz
de poeta, un hombre fiel
a su extremeña raíz
que cultivó tal vergel.
ante el
humano tropel
que le
impidió ser feliz,colgándole un mal cartel.
en su terrena matriz.
¡Rogad al Señor por él!
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