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Hay un típico mozuelo,
tan mochuelo por fantoche
que busca siempre la noche
para levantar su vuelo.
Sus pies no pone en el suelo
por ir volando en su coche
y siempre nos pone un broche
de ruidos, gases, revuelo…
Por bruto entre cuatro latas,
este ser tan disoluto
de conductas insensatas
paga a su tribu el tributo
con sus brutales bravatas
y su estrépito por fruto.
Lo de mochuelo le viene a este poema como anillo al dedo, a estos niñatos fantoches que solo andan de noche metiendo ruidos y revuelos metidos entre cuatro latas y como bien dices de una conducta insensata y de unas brutales bravatas. Un poema precioso sobre todo por la critica tan bonita que lleva. Un abrazo desde Madroñera.
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