Ya es vicio tan obsoleto
ese absoluto machismo
al que le sobra egoísmo
y le hace falta respeto.
Doy mi voto para el veto
del crónico anacronismo
que sólo piensa en sí mismo
y en la mujer como objeto.
Tras lustroso escaparate,
late un machismo primario
de este primo del primate.
Y, con trato insolidario,
trata, maltrata y combate
a la mujer, su adversario.