Con frecuencia, en su ignorancia,
de su necedad el necio
se arroga con tono recio
y petulante jactancia
que ocultan su autodesprecio.
***
Sin ambiciones sociales
ni voracidad de medro,
por mis durezas de cedro
y mis valores morales,
ante la adversidad no me arredro
por las diatribas tribales.
***
No sé escribir al dictado
cuando me dicta el poder
y le hago caso al deber
porque soy un diplomado
en servir siempre al saber.
***
Por sólo el aparentar,
tú te esfuerzas en tener:
dinero, coche, mujer…
que apenas puedes pagar
con el alma de alquiler.
Sólo te importa ganar
para conseguir poder
y subir sin el saber;
tanto te gusta gastar
que hasta te olvidas de ser…
***
Al cielo del celuloide,
pensó subir por ser bella
y quiso ser una estrella…,
mas se quedó en asteroide
que pasó sin dejar huella.
***
Ser bella fue el gran delito
de aquella ilusa doncella
que, aspirando a ser estrella,
se quedó en un meteorito
fugaz como una centella.
***
El poder es vino innoble
embriagador del tirano
que a sí mismo se ve doble
y al prójimo como enano
por sus durezas de roble.
***
Río Almonte, río Almonte,
del Tajo humilde afluente;
para tu poca corriente
tienes hermoso horizonte
al coronarte tres puentes.
***
Con suelas en suelo extraño,
en foránea lontananza,
se me empañó la esperanza
con añoranzas de antaño.
Si coseché el desengaño
en tiempos de malandanza,
con mi lírica labranza
me anestesié todo el daño
y equilibré mi balanza.
***
Prefiero, en mi tiempo libre,
librarme con un buen libro
con el que vibro y me libro
de beberme un cubalibre
y así mi vida equilibro.
***
Creen algunos gilidiotas,
por falaz falolatría,
que la cumbre de la hombría
se halla abajo…, en las pelotas,
no en su mental notaría.
***
Retorna el río a la mar,
la fiel cigüeña a su nido
y el grato emigrante al lar
del lugar donde ha nacido.
¡Comportamiento ejemplar
del humano agradecido!
***
Pasó esta vida caduca
sin dar golpe, sin desvelo…,
de tonto no tuvo un pelo,
mas de vago una peluca;
¡Que nadie le tenga duelo!
***
Es la envidia un carcinoma,
un cáncer por sicofagia
que, sin externa hemorragia
y sin morado hematoma,
el alma toda contagia;
nos hace trizas la calma
como anímica carcoma
y en vicios gana la palma.
***
Si a todos cierras tu mano,
la tendrás siempre vacía
y tu vida día a día
irá perdiéndose en vano
sin placer, sin alegría,
sin grato calor humano.
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